Prologo
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Caos Universal, Capitulo 4
Ataque
-Eres un irresponsable- dijo el gran señor del agua al chico de ojos verde y dorado mientras a su alrededor cientos de miles de personas observaban y esperaban que les llegase el turno de hablar.
-Sé que he provocado mucha confusión en los planos inferiores, pero no ha sido tan grave como para que se reúna al gran consejo enfrente de las puertas de la torre de dios.- dijo el chico.
-Eso no te corresponde a ti decidirlo- dijo el gran señor del agua quien estaba realmente molesto
-Déjalo tla no es más que un chico- dijo Taimat que había pedido la palabra y luego agrego, -que no vez que solo tiene catorce-
-Y es porque tiene catorce que debe comenzar ha hacerse responsable de lo que hace- dijo el señor del agua y como aquello iba para largo el chico decidió sentarse y esperar.
Desde lo alto de un edificio Adán observaba como mas y mas gente se reunía en el centro de la ciudad y así como la cantidad de gente aumentaba, también aumentaban los problemas, pues en algunos puntos había comenzado la violencia los dos grupos de oposición peleaban pero de pronto un niño de unos diez años llego a lo alto del podio donde hacia un momento los líderes de los grupos acababan de decir sus discursos, el niño tomo el micrófono y hablo.
-Escuchen todos soy Daniel Aerano experto en fenómenos naturales y astronomía de la universidad de esta ciudad y tengo un anuncio muy importante que hacer sobre cómo recuperar nuestros cuerpos- dijo y todos los presentes dejaron de hacer lo que hacían y le prestaron atención.
-Mis colegas y yo estuvimos investigando durante estos días y aunque no pudimos determinar de dónde vino la tormenta ni que la causo si averiguamos que la tormenta es solamente un compuesto de rayos de muy alta energía que al chocar contra la superficie de la tierra se fragmentaron y concentraron en lugares determinados por lo que al seguir el rastro de esta energía desconocida, encontramos gracias a satélites y otros artefactos, que varios remolinos de energía quedaron atorados en lugares variados, así que lo único que debemos hacer es encontrar nuestros cuerpos y luego introducirnos dentro así recuperaremos nuestros cuerpos- dijo y la reacción no se hizo esperar, si el científico tenía la esperanza de que su descubrimiento pusiera a todos contentos y que todos lo vieran como un héroe sin duda se llevo un buen chasco pues ahora sí que comenzó la trifulca.
Con la noticia de que ya podían regresar a la normalidad, aquellos que querían seguir en cuerpos que no eran suyos vieron que su condición era cada vez mas débil y aquellos que querían volver a la normalidad comenzaron a arrastrar a algunos a los lugares donde creían podían estar los remolinos, y de pronto comenzó la batalla campal, el caos en el centro fue absoluto, así que la policía mejor decidió desaparecerse de aquel lugar junto con el científico, fue eso lo que les salvo la vida, pues un momento después, de las alturas una gran oscuridad envolvió a los que estaban en la calle y un niño de mirada malevolente aterrizo en medio de ellos, había llegado su final.
Solo se necesito un momento para que todos estuvieran condenados, el niño que en realidad era la sombra, levanto su mano y al instante todos dejaron de moverse, pues los habían inmovilizado, en la oscuridad nadie vio que sombras como hilos macabros se deslizaban hacia ellos y como dedos de maliciosas manos los tomaban de la cabeza o el cuello para aplastarlos robándoles toda energía física, aquello solo duro unos minutos, unos agónicos minutos que se hicieron eternos para los que estaban ahí, inmóviles, completamente indefensos, he incapaces de dar algún signo de vida o de expresar el dolor y la desesperación insoportable de saber que les chupaban la vida con rapidez, cuando finalmente las sombras terminaban con algún pobre desgraciado, este solo tenía tiempo de lanzar un suspiro, por lo que morían antes de tocar el piso.
-¿Que es esa oscuridad? ¿Una nube?- pregunto Katherine a Adán y este no supo que responder
-Si fuera una nube seria blanca no negra- dijo el chico que estaba con ellos.
Entonces y para sorpresa de todos un sonido comenzó a oírse en la distancia, el sonido de una motocicleta que iba muy rápido, la motocicleta apareció un momento después y se detuvo justo enfrente de la oscuridad, una persona con traje de cuero del estilo de los motociclistas de color rojo montaba la motocicleta, al quitarse el casco se rebeló que se trataba de un hombre joven, pero claro Adán supo que en esta situación nada era lo que parecía, así que al observarlo más detenidamente noto su forma de pararse y dedujo que tal vez se trataba de una chica aunque aun no podría decir de qué edad.
El chico que en realidad era una chica bajo de la moto y se dirigió a la oscuridad, puso una mano sobre la oscuridad que en ese momento parecía solida, y solo con hacer un gesto desapareció la oscuridad, revelando a un niño tendría tal vez siete años pero sus ojos eran extraños muy negros, completamente negros, el niño que no lo era tenia a una mujer (que seguramente no lo era) por el cuello, la sombra al verse interrumpida dejo caer a la mujer a sus pies y esta choco en el pavimento con un chasquido espantoso, como si hubieran dejado caer una muñeca de madera solo recubierta por un débil trapo y esta se hubiese roto.
La sombra miro a la chica con sus oscuros ojos, Adán en lo alto sintió la mirada de esos ojos fríos y oscuros y un escalofrió en su espalda fue seguido por el sentimiento de que se le erizaban los cabellos en la nuca ver esos ojos era como ver una caída de la que no puede escapar ni la luz.
-Arin… lux…- dijo la sombra con la voz de un inocente niño pero bajo esa voz se podía sentir un frio que cortaba como un cuchillo.
-Cuanto tiempo Silvana Barenne, han pasado muchos años desde que no te veo consumir la vida de alguien- dijo el motociclista con una voz profunda y masculina pero en ella se alcanzaba a distinguir los modales de una chica llamada Arin, una chica muy extraña, educada y de modales refinados pero al mismo tiempo parecía tener la actitud vaga y ruda de una mujer de lo más bajo. -Sacerdotisa idiota como te atreves a ponerte en el camino de una inmortal- dijo la sombra llamada Silvana al tiempo que daba un paso a la chica.
-No eres inmortal Arcol seguramente te engaño como ha engañado a todo el mundo- dijo Arin que estaba ávida de lucha.
-Los cuatro grandes inmortales que han recorrido los planos, dimensiones y universos me han enseñado, no tienes oportunidad.- dijo Silvana, el niño y el motociclista aun estaban alejados pero los dos espíritus femeninos ya estaban muy cerca la una del otra, tanto que Adán en lo alto del edificio pudo ver sus contornos, eran chicas muy hermosas si hubieran tenido sus cuerpos en aquel momento su sensualidad no hubiera conocido limite, realmente solo los contornos de sus almas bastaban para expresarlo.
-Déjame adivinar construyes un corredor celestial ¿Planeas ir a mundo celestial una vez más? Ahí no queda nada, tu discípulo, Cand, fue aplastado por el derrumbe del mundo de los espejos, los cuatro inmortales están en el plano más bajo, preparándose para la gran guerra, ya no queda nada del imperio de Cand.- dijo Arin y un destello de luz chisporroteante baño la calle.
-Eres simple, ¿por que ir a mundo celestial cuando he encontrado todo lo que busco? Cand estará pronto de nuevo aquí, ya he curado muchas de sus heridas con girones de mi propia piel, que me he arrancado con los dientes y créeme nada lo hará mas feliz que el que yo abra el corredor celestial y lo lleve al mundo divino para encontrarse de nuevo con Uraá- dijo Silvana y Arin se estremeció.
Un momento fugas, un instante tan rápido que nadie logro ver como Silvana sacaba de su mano una aguja y la lanzaba al cuello de Arin fallando solo por milímetros al blanco, Arin contraataco saco un pequeño colgante que resplandecía azul y del cual apareció una lanza, Arin ataco con rapidez pero Silvana era ágil y esquivaba con seguridad.
-La noche trae horrores inimaginables y esta vez traerá a Cand, cuando la luz invada el cielo nocturno Uraá ya no estará seguro.-dijo Silvana al tiempo que se apartaba de Arin y con un movimiento desaparecía sin dejar rastro.
Adán bajo junto con Katherine de lo alto del edificio y encontró a Arin recargada en la motocicleta su rostro se notaba cansado, así que solo miro a Adán y no dijo nada, conocía lo que pasaría a continuación las explicaciones el desconcierto estaba cansada y ya no tenía fuerza para salir corriendo, se ganaría a estos sujetos y con suerte podría descansar y comer debía encontrar a Silvana, pero tenía tiempo el sol aun estaba alto y sabia la zona donde estaba el corredor celestial solo debía esperar.
Continuara…
2 comentarios:
hola alejandra de nuevo abro mi blog saludos
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